BRASIL

Río de Janeiro

Cidade Maravilhosa

Río es una ciudad llena de gracia tropical y atractivos turísticos de los más fascinantes, sus playas como Ipanema y su emblemático Cristo Redentor de Corcovado. Una ciudad enorme con mucho para conocer, se requiere de varios días para disfrutarla al máximo o bien, realizar más de un viaje.

Mis tiempos: Viajé por tan solo 6 días, durante el mes de julio, dónde el hemisferio indica que es invierno, pero Río es de clima tropical atlántico, por lo que las temperaturas son elevadas pero no agobiantes, refrescando un poco hacia la noche y he tenido días de pequeñas lluvias aisladas.

Vuelos:  En mi caso, salí desde el aeropuerto internacional de Foz do Iguaçu, dónde las ofertas de vuelos son más baratas que desde Buenos Aires y claro, con menos horas de viaje. 

Hospedaje: Por una cuestión de indecisión y poco tiempo para ver hoteles, considero que hemos tomado una mala decisión de forma apresurada sin evaluar bien dónde ir. A pesar que viajé con gente que ya conocía Río y sabía en que lugar exacto hospedarnos, mi error fue optar por algo que creía que estaba bien. El Hilton Barra, ubicado en el distrito de Barra da Tijuca. Un poco alejado de la zona más llamativa de Río y de sus hermosas playas.

Si bien, la ubicación no estaba muy bien. El hotel es, como todo Hilton, un hotel de lujo y confort asegurado. Su edificio es moderno, cuenta con un gimnasio y una piscina en la última planta. El restaurante, si se quiere tener en cuanta para alguna noche comer en la comodidad del hotel, su carta es de gran excelencia y un bar totalmente recomendable. Y por supuesto, mi favorito de los hoteles: Café da manhã (desayuno).

Alquiler de coche: Esto nos permitió movernos con facilidad por la ciudad, a pesar de que estábamos en una zona alejada lo compensábamos con poder movernos fácilmente por cuenta propia.

Los atractivos: La lista es larga y hay tanto por ver que mi corta estadía no fue suficiente, es una de las ciudades a las que espero volver.

Cerro de Corcovado

La visita obligada y famosa de Río de Janeiro. Fue nuestra primera visita en nuestro primer día, desde muy temprano. Es el principal punto en que se reúnen cientos de turistas para visitar la monumental escultura del Cristo Redentor de 30 metros de altura. Es un paseo agradable de hacer, caminar por sus senderos de zonas de bosque tropical que conducen a la cima, donde se obtiene una maravillosa e inmensa vista de la ciudad. El tiempo estimado es de aproximadamente 2 horas, esto dependerá de la cantidad de gente en el ingreso, al momento de hacer las colas para adquirir las entradas y para subir a lo más alto. Luego allí arriba te tomas tu tiempo necesario para contemplar, respirar y descansar. Valor de entrada: R$35,00. 

Pão de Açúcar

Otra popular visita de Río. En mi caso lo realicé en día diferentes al Corcovado. Se trata los grandes morros de Babilonia y Urca hasta llegar a las alturas del Pan de Azúcar, la conexión entre uno y otro se hace desde los ‘bondinhos’.

Desde el morro más alto, es otro de los puntos de los que se obtiene unas deslumbrantes vistas de la ciudad. Especial para ir a la tardecita antes de que baje el sol y ver el atardecer de allí y obtener panoramas de la ciudad tanto de día como al iluminarse por la noche. Valor de entrada: R$ 31,00 (tarifa joven/estudiante).

Ilha Grande-Agra dos Reis

Si bien es más recomendable hacerlo en verano o en temporadas de mejor clima, ya que a mí no me tocó un buen tiempo, es otro paseo recomendado a hacer en las afueras de Río. 

Angra Dos Reis, se encuentra a unos 157 km. Desde este municipio hay salidas diarias de escunas o barcos que te llevan a las distintas playas e islas que forman la gran isla como Cataguas, Lagoa Azul, Araçá, Botinas, Aventureiro, Lopes Mendes, y unas cuantas otras. 

Los servicios se pueden contratar desde Angra, precisamente frente al Cais de Santa Luzia, que es el puerto desde donde parten los barcos, en mi caso realicé el paseo con la empresa Maravilhosa Angra. Tiene una duración aproximada de 5 horas.

Se realizan partidas desde temprano, antes del mediodía, se recorren las distintas islas y se navega entre estas, hay paradas en algunas como en Lagoa Azul, especialmente para hacer snorkel y algunas paradas en las playas para caminar. 

Hay un servicio a bordo de bañeros y entretenimiento, bebidas y música. 

Llegado el mediodía, se hace la parada en un restaurante de la isla. Se trata de un autoservicio con variedad de comidas. El plato destacado: Feijoada. No dejar de probar este plato típico de Brasil.

Luego del almuerzo se realiza la vuelta hacia Angra.

Playas

Son unas cuantas y como ya mencioné anteriormente mi viaje fue corto, por lo que decidí visitar las más representativas: Praia de Copacabana y Praia de Ipanema. Ambas son alucinantes y en ubicaciones céntricas y muy transitadas. El mar es bravo y en sus alrededores la combinación playa, con la ciudad y los morros asomándose para disfrutarlo bebiendo agua de coco o unas cervezas geladas.

Parque Lage

Se encuentra cerca al Jardín Botánico, por lo que muchas veces este parque suele ser pasado por alto. Yo lo recomiendo, ya que había visto fotos en internet y estaba muy interesada en verlo. El Jardín Botánico la verdad que no me motivaba demasiado.

El Parque Lage cuenta con jardines enorme y especialmente, con una réplica de un Palacio Romano, que era lo que más me fascinaba de ver, y detrás de él, en las alturas el cerro Corcovado. 

La entrada es gratuita. Se puede ingresar dentro del Palacio, que es más alucinante aún, pero para mi poca suerte, la tarde de mi visita se estaba armando la decoración de un casamiento para esa noche, por lo que no pude ver prácticamente nada. 

Compras

La zona comercial se encuentra principalmente en Barra de Tijuca, por lo que tenía los centros comerciales muy cerca, como el Barra Shopping, y uno justo frente al hotel, el Metropolitano.

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Vista del Shopping Metropolitano desde el hotel

Algo que me gusta mucho de Brasil, son las ferias de artesanías, siempre hay una. En este caso encontramos una en Ipanema, sobre la Avenida Vieira Souto, llena de artesanías, collares, pulseras, bolsos, pinturas, recuerdos de RJ.

Como también los artesanos que venden en la playa: bikinis, ropa para la playa, sombreros. En mi caso en Copacabana compré unas bikinis preciosas, pareos y unos sombreros panamá.

Forte de Copacabana

Es la base militar abierta al público. En la entrada hay guardias uniformados como en 1914. 

Además de visitar el fuerte de refugio de la bahía, se encuentra el Museo Histórico del Ejército, para ver un poco de historia y exhibiciones del ejercito de Brasil.

Y para los que queremos simplemente relajarnos, en las costas del fuerte, hay bares y cafés para sentarse a tomar algo, con la vista y la brisa del mar sobre nosotros.

Comer

“Olha que coisa mais linda mais cheia de graça…” Se escucha continuamente de fondo en el famoso bar, Garota de Ipanema, en el que Vinicus de Moraes compuso la canción.

No podes dejar de visitarlo en tu visita a Río, es un imperdible. 

Mi recomendación, en primer lugar es llegar temprano o realizar reserva ya que se llena.

Y en cuanto a la comida: Bolinhos de quieso, bolinhos de bacalao acompañados de unas caipiroskas o caipirinhas! 

Para mi próxima visita a Río de Janerio, quedan pendientes: Estadio Maracaná, Pedra da Gavea, Catedral de Río de Janeiro, Escalera de Selarón, Arcos de Lapa y Buzios.

Así que cuento con muchas ganas de volver a esta hermosa ciudad para seguir agregando más información por medio de mis vivencias. 

3 comentarios en “BRASIL

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